Un tema importante al momento de elegir una propiedad es, además del financiamiento, la serie de gastos iniciales que conlleva la compra, tales como el enganche y la escrituración; y aunque no exista un documento en el que se estipule la cantidad mínima de enganche, la recomendación es que sea un mínimo de entre el 20% y 35%. En el caso de los gastos de escrituración, se estima que oscilan entre el 5% y el 10% del valor del inmueble.
Otros gastos que deben preverse al formalizar la adquisición pueden incluir el estudio socioeconómico, la apertura del crédito, seguro, impuestos e inscripción ante el Registro Público de la Propiedad, entre otros. Elaborar un presupuesto con base en los ingresos, gastos, necesidades y posibles imprevistos también es un excelente indicador para medir las posibilidades de cumplir con las obligaciones adquiridas mediante la selección de un crédito hipotecario.
La importancia del enganche recae en que se trata de una cantidad que se va totalmente a deuda, y no parcialmente a intereses; es importante considerar además que entre más alto sea el enganche, más bajas serán las mensualidades e intereses. Aún así, conviene tomar en cuenta que a pesar de que esté en las posibilidades del interesado dar un enganche mayor a lo recomendado, hay que tener cuidado en que no se vean afectadas las finanzas personales ante potenciales imprevistos.
Comprar una propiedad significa un compromiso de entre 10 y 15 años en promedio, y los intereses de un crédito representan un monto adicional al costo original de la propiedad. La regla general es no destinar más del 30% de tus ingresos totales al pago de tu crédito, pues se corre el riesgo de no poder mantener un estilo de vida óptimo al descuidar otros gastos o pagos mensuales.
Herramientas y asesoría, imprescindibles para tomar una decisión
Un paso imprescindible para saber si es posible asumir un compromiso de estas dimensiones es hacer cuentas; llevar unas finanzas sanas, contar con un fondo de ahorro y no tener ningún tipo de deuda (o mínima, en su caso) son factores muy importantes para identificar las posibilidades de mantener el pago de un crédito hipotecario como un gasto fijo mensual.
Además de las instituciones como Infonavit o Fovissste, los bancos, Sofomes (Sociedades Financieras de Objeto Múltiple) y entidades de autofinanciamiento diversifican las opciones de crédito hipotecario, por lo que tomarse el tiempo para analizar los beneficios y condiciones de cada producto o esquema también es parte de los primeros pasos para tomar la mejor decisión.
Los simuladores de créditos hipotecarios disponibles en internet también ayudan a ampliar el panorama financiero que se perfilará durante la vigencia del financiamiento, por lo que hacer uso de ellos supone una gran ventaja para depurar opciones y acudir a aquella que mayor estabilidad represente.
Una visita al banco o a alguna sesión informativa sobre la adquisición de vivienda, así como ponerse en contacto con algún experto financiero en la materia es también una oportunidad al alcance de todos y es necesario invertir un poco de tiempo en la aclaración de dudas.
El enganche es quizás el mayor gasto que debe hacerse al formalizar la compra de una propiedad, por lo que es de gran importancia contar con la mayor cantidad de información posible y ser precavidos el momento de estimar los costos derivados, pues de ello dependerá que el pago de una casa o departamento no se convierta en un factor de riesgo financiero ni patrimonial en determinado plazo, de ahí que este concepto sea visto como el secreto para unas finanzas sanas a lo largo del crédito hipotecario.