Si bien a lo largo y ancho del territorio nacional se ha perfilado un crecimiento inmobiliario constante en las últimas dos décadas, el desarrollo económico derivado de la manufactura automotriz, el boom de las empresas tecnológicas y el turismo, han convertido a zonas específicas del país en regiones altamente fértiles para el sector de los bienes raíces. Por estas vocaciones, estados como Guanajuato y Querétaro destacan en la zona del Bajío, mientras que Colima, Jalisco y Nayarit en la zona Occidente son actualmente importantes polos de inversión inmobiliaria.
Vocación industrial y oferta laboral, con gran impacto en la economía nacional
En el caso de la industria automotriz, su impacto en la economía de estados como Guanajuato y Querétaro, localizados en la región Bajío, ha detonado la demanda de superficie para el uso industrial.
Según datos del Inegi, Querétaro es el tercer estado con mayor crecimiento poblacional durante las últimas dos décadas, un fenómeno que ha tenido un impacto en la industria y comercio, clúster que hoy detona el desarrollo inmobiliario para satisfacer la demanda de espacios de calidad en esta entidad, que hoy se encuentra entre los primeros a nivel nacional como destino inmobiliario, de acuerdo con datos de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI A.C.).
En el caso del Occidente, el potencial de la región como campo de crecimiento económico para el sector se ha ido consolidando desde hace varias décadas, a la par del desarrollo de sus municipios como centros laborales, académicos y de innovación, por lo que ha sido necesaria la creación de estrategias acordes a las necesidades de vivienda, infraestructura, movilidad y servicios en torno a los polígonos urbanos en las ciudades que conforman el Área Metropolitana de Guadalajara; en ciudades de Colima y Nayarit, el turismo ha sido uno de los principales ejes de impulso al sector inmobiliario.
Un aspecto que destacar de esta región es que, a nivel local, el Poniente de la Zona Metropolitana de Guadalajara ha mantenido el alza en la plusvalía; según datos de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI), en dicha zona la última década ha manifestado un incremento en promedio de hasta el 250%, aunque existen además fraccionamientos en los que el crecimiento ha sido de hasta 340%, principalmente por la ubicación, conectividad vial y la calidad de los servicios.
El uso mixto, el crecimiento urbano y el desarrollo económico son elementos que han detonado al sector inmobiliario como uno de los más prósperos y seguros para la inversión en diversas regiones de México, por lo que conviene analizar a detalle las ciudades como ejes de impulso ya no únicamente locales, sino regionales, nacionales e internacionales, como el caso de las nuevas urbes que en cuestión de un par de décadas han previsto y ejecutado estrategias de impulso de bienes raíces para el crecimiento económico.
Debido a esto, es que el desarrollo inmobiliario en estas dos regiones se ha mantenido al alza, aunque en otras zonas del país también comienza a verse un despegue económico en torno a la demanda de metros cuadrados para satisfacer las demandas de uso de suelo necesarias para ayudar a la estabilidad y crecimiento del sector.