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Cuando pensamos en la seguridad de nuestra casa nos vienen a la mente esos detalles que ponen en peligro la integridad de los pies descalzos, o los obstáculos que suelen aparecer de pronto en las escaleras o en medio de la cocina. Y aunque este tipo de prevención siempre es una buena idea, olvidamos  otro aspecto que puede ayudar a proteger, además de la salud y bienestar de tu familia, el patrimonio que inviertes en tu hogar.

Más que un gasto, es prevención

Un seguro para tu casa o departamento es una oportunidad para adelantarte a esos eventos que, por muy vigilantes que seamos, no podemos preveer: desastres naturales como sismos o inundaciones; actos de terceros como robo o accidentes que dañen la estructura de la construcción; y si haces la suficiente investigación, encontrarás coberturas que también incluyen emergencias médicas, atención veterinaria para tus mascotas y hasta protección para electrodomésticos si hay un corto circuito que los descomponga.

Más que un gasto, es una inversión

Contratar una póliza de otro seguro, para otro bien, podría sentirse como una carga económica. Pero si lo piensas mejor, estás invirtiendo para tener un frente que te apoye en lo imprevisto. Por supuesto, cada hogar necesita una protección especial según varios aspectos. Cuando consideres contratar, un agente revisará aspectos como la ciudad donde vives, el clima, la estructura de tu casa y cuáles son los riesgos más evidentes.

Dependiendo de lo que busques y las posibilidades a tu alcance, al tener un seguro también tendrás asistencia de plomeros, albañiles, electricistas y cerrajeros; atención médica por teléfono y envío de ambulancia; responsabilidad civil, asesoría legal y muchas otras ventajas que te harán agradecer hacerle caso a esta entrada.

Investiga, pregunta y compara: eso es lo más importante para que tengas la protección que más te conviene.