La visión de México de un jubilado: Buena vida
JALISCO, México. Imaginemos esto: día soleado y temperaturas entre los 20 y 30ºC casi a diario, poca humedad, atención médica gratuita y servicio de hospedaje accesible que incluye personal de limpieza del hogar y de la piscina.
Se calcula que son miles de estadounidenses y canadienses que no lo están imaginando, sino que lo están viviendo, en un pueblo ribereño de México a apenas una distancia corta de la segunda ciudad más grande de México, Guadalajara. Con el asunto de los inmigrantes mexicanos en Estados Unidos sobre el caldero, uno de los temas del que poco se habla es el de los estadounidenses que se han trasladado a México, reporta CBS Detroit. La cantidad de extranjeros que residen en México se duplicó entre los años 2000 y 2010, según el Huffington Post, con los estadounidenses representando tres cuartas partes de los extranjeros legales. Sandra McNeill, colaboradora de WWJ Newsradio conversó con Terry McKinnon, un ciudadano de Detroit que se mudó a México hace una década. “Revisé mis ingresos,” dijo. “Iba a terminar dependiendo del Seguro Social en un año o dos entonces y hubiera tenido que solicitar subsidio de vivienda”. McKinnon dijo que no tenía idea de como iba a poder mantener el seguro de su automóvil. Entonces leyó una nota sobre Ajijic. Decidió darle seis meses. “Fue a los seis meses que compré un perro, porque supe que este era mi hogar; lo había descubierto.” McNeill conoció a muchos estadounidenses y canadienses en un viaje reciente a este pueblo de calles empedradas y construcciones que tienen cientos de años de haber sido erigidas. Una mujer de San Diego le comentó que no podría mantener un estilo de vida en los Estados Unidos a su retiro. Una pareja de jubilados de Wisconsin le dijeron que llegaron a Ajijic de paseo, y durante su segundo día compraron una casa. McKinnon expresó que ahí no existen datos precisos sobre la población que visita el Lago de Chapala. “Calculo que hay entre 5,000 y 7,000 regularmente a lo largo del año y puede haber hasta 15,000 durante el invierno.” Sobre los costos de vida en la zona, McKinnon dijo que depende de que tan frecuentemente te guste salir, y si eres propietario o arrendad. “La gente vive aquí…es posible, con un presupuesto ajustado, con 1,000 dólares al mes,” expresó. “No podrías vivir con esa cantidad al mes en la zona de Detroit.” La población es rústica. No es inusual encontrar a personas que recorren el camino de regreso a casa de su trabajo montando un caballo. Hay caballos disfrutando del pasto a los lados del camino. Sobre los servicios médicos, McKinnon indicó que son subsidiados por el gobierno mexicano para los residentes. “Muchos de los doctores se prepararon en los Estados Unidos…creo que el sistema de salud es mucho más estable que el de Estados Unidos. Cuando converso con el doctor, él me conoce muy bien y yo a él. No se trata de sesiones de entrada por salida que en menos de cinco minutos atienda a otro paciente para ganar otros 500 dólares. Él se toma media hora conmigo, conversando.” Susan Case originaria de Wisconsin -quien compró casa en su segundo día de visita- expresó “Curiosamente, nada ha resultado ni remotamente difícil. Ha sido una oportunidad que me ha hecho darme cuenta que todo es más fácil. No hemos tenido inconveniente al adaptarnos.” Cuando McNeill preguntó respecto a la parte más difícil de ser un estadounidense que vive en México, McKinnon no pudo contener las lágrimas: “La más difícil ha sido acostumbrarse, de hecho, a la calidez de los mexicanos…son las personas más amables y nobles, y son muy dados a ayudar y entablar amistad. Sientes que se preocupan por ti en este lugar. Llegué solo, sin conocer a nadie y ahora tengo amigos, me siento querido.”