La figura del bróker hipotecario o intermediario financiero llegó hace apenas algunos años a nuestro país. El propósito de estos profesionales es ofrecerte asesoría personalizada para que encuentres el crédito hipotecario que más te convenga, según tu presupuesto o historial crediticio, entre otras cosas.
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Ventajas de acudir a un bróker hipotecario
- Recurrir a un bróker no tiene costo alguno para quien solicita el crédito, la institución que lo otorga es la que paga por los servicios del intermediario al concluir la operación.
- Él puede trasladarse a donde te encuentres, tanto en horarios y días laborales como fuera de ellos. Así, ahorras tiempo y esfuerzo.
- Tiene acceso al buró de crédito, para conocer por completo tu situación.
- Te ofrece varias opciones para elegir la alternativa más adecuada para ti.
Para que un profesionista o una institución puedan considerarse bróker, deben manejar diferentes productos de crédito hipotecario y estar especializados tanto en el proceso como en los productos de los que van a ocuparse.
Un intermediario financiero encontrará el producto que cuente con todos los beneficios que buscas, como mensualidades bajas, plazos cortos o largos, tasas de interés y flexibilidad.
Una vez que se haya elegido el crédito hipotecario adecuado, lo siguiente que el bróker también hará es encargarse de gestionar los diferentes trámites para conseguir las mejores condiciones de financiamiento.
Es importante aclarar la diferencia entre un tramitador de créditos y un bróker. El primero sólo se ocupa de los trámites relacionados con la apertura del crédito. El segundo es capaz de realizar lo anterior, además de aconsejar eficazmente al solicitante sobre el producto que debe elegir y lo que le conviene hacer o no, con relación a su crédito.
Acudir a un bróker hipotecario te permitirá conocer opciones de crédito, con esquemas de pago, tasas de interés y otras características diferentes que al final harán la diferencia para que encuentres la mejor opción para ti. Te puede significar un ahorro sustancial.
